Las aplicaciones pesadas son aquellas que ocupan mucho espacio en la RAM móvil. Esto puede suceder debido a varios factores, que van desde la forma en que fueron programados hasta la cantidad de medios y funciones que presentan las apps.

Aunque todavía son muy comunes en la vida cotidiana, como las apps de redes sociales, las aplicaciones pesadas no son una muy buena opción para su negocio y, en esos casos, es mejor considerar formatos más livianos.

¿Por qué las aplicaciones pesadas no son una buena idea?

Al crear una aplicación, es muy natural querer ofrecer funciones diferenciadas y el máximo número de opciones de servicio al usuario — y esto es realmente cierto. Sin embargo, a veces, tus planes pueden producir una aplicación móvil muy pesada y, por lo tanto, tener el resultado opuesto al esperado: insatisfacción del usuario.

De hecho, este es el principal — y más grande — problema de las aplicaciones pesadas. Como no son tan prácticos a la hora de descargar, o por otros motivos negativos, su rendimiento no es bien valorado por los usuarios, que prefieren darse por vencidos y buscar aplicaciones más ligeras.

Para comprender mejor por qué las apps pesadas perjudican la tasa de retención de usuarios y tienen una alta probabilidad de tener una gran cantidad de abandonos, vea abajo algunos de los problemas que pueden presentar en los dispositivos móviles.

Descarga lenta

La descarga de aplicaciones grandes suele llevar más tiempo. Por cierto, dependiendo de su tamaño, algunas son prácticamente imposibles de descargar utilizando redes de conexión a Internet móvil. Con esto, el usuario termina teniendo que conectarse a una red wifi o simplemente renuncia a descargarla.

Los móviles se traban durante la ejecución

Dado que ocupan mucho espacio en la RAM, las aplicaciones pesadas pueden hacer que algunos teléfonos se bloqueen. En el desarrollo de aplicaciones, algunos profesionales la diseñan para que quede “resaltada” en el dispositivo, es decir, que utilice todos los recursos posibles para un buen desempeño.

Sin embargo, esto es muy arriesgado y, en la mayoría de los casos, requiere demasiada memoria RAM, lo que hace que el dispositivo móvil no pueda reproducir los comandos requeridos y termine sin responder.

Errores constantes

En relación con el tema anterior, también es común que estas apps experimenten bloqueos y errores con más frecuencia. Esto se debe a que la aplicación tiene que ejecutar muchas threads y API al mismo tiempo y, por lo tanto, no puede proporcionar las respuestas necesarias.

Soluciones para aplicaciones pesadas

Si la app planeada para su negocio en línea se ha vuelto pesada, no se preocupe, ya que existen algunas soluciones para eso.

La primera es desarrollar una versión lite de su app. De esta forma, continúas ofreciendo los mismos servicios a móviles con diferentes capacidades de memoria. Además de permitir que sus clientes elijan qué versión de su app quieren usar, es aún más probable que ofrezca una experiencia de usuario satisfactoria.

La segunda opción — un poco más simple — es disminuir las animaciones y los medios de la aplicación. Ellas pueden tomar una gran cantidad de memoria para funcionar y, por lo tanto, hacen que la app sea pesada.

Por último, es interesante revisar las funciones que estás ofreciendo en tu aplicación móvil: ¿se pueden eliminar algunas de ellas en un primer momento? ¿Se pueden adaptar otras funciones para ofrecer las mismas opciones, pero de forma diferente? A veces, el exceso de servicios presentes en su aplicación la hace pesada.

Elegir el formato de su app también influye en su rendimiento

El tipo de aplicación elegida para su negocio también puede interferir con su tamaño y, en consecuencia, su rendimiento en algunos dispositivos móviles.